Dios continuó, no te acerques aquí; toma tus sandalias, porque el lugar que pisas es tierra santa.
Dios usó a Moisés para llevar a la gente de la angustia, la vergüenza, Deprez, la humillación en la que vivían. Dios escuchó las aflicciones de su pueblo e hizo que su gente a salir de esa situación. Cuando estamos en una situación similar a la del pueblo de Israel, el único que nos puede ayudar, que podemos llegar es Dios.
Las personas que nacen de él, pasar por las tormentas, son humillados, despreciados y afligidos y pasar por todo esto por amor al Señor. El Señor Jesús fue humillado, ignorado, tratados como lo peor de las criaturas y ganó en el Calvario. Hizo lo que quiso Dios. Resucitó al tercer día. Lo hizo y pasó por todo por amor a nosotros. Por amor a aquellos que lo acepte como un Señor y Salvador. Y todos los que lo aceptan se liberan de la opresión y la mayor parte ha sanado, salvado.
Todos los nacidos de Dios o se vaya para él. ¿Quién es la Iglesia, es miembro, trabajador o evangelista, pasar por el desierto. Y desreto solo. Eso es bueno. Por lo general, los que se encuentran en el desierto, buscando a Dios más. Obtiene más cerca del Señor. Mejor solo en el desierto, sin ayuda de nadie. Sólo entonces, buscamos a Dios, entramos en contacto con él permanentemente.
Todos tenemos que pasar por los desiertos. ¿Por qué? Para algo que el Señor está preparando para nosotros. Aquellos que dan su vida a Dios para que El pueda hacer su voluntad en nuestras vidas, deja en sus manos la responsabilidad de cuidar de nosotros porque realmente no sé lo que es mejor para nosotros.
Y es en el desierto que vemos quién es quién puede soportar el calor y cruza el Jordán o en el camino y dejar de fumar, es susurrando como el pueblo de Israel lo hicieron después de cruzar el Mar Rojo. Los que perseveran han nacido de Dios y el Señor hará ampliar su recompensa.
Dios quiere contar con los poderosos, los días son malos. ¿Qué está pasando en el mundo es el principio del fin. En este momento tenemos que preocuparnos por nuestra salvación. Ir al Reino de los Cielos o llorar y rechinar de dientes en el infierno? Ir o estar en el desierto es nuestro sacrificio para entrar en el reino de los cielos. El desierto no es fácil. El desierto es de luchas, juicios, las humillaciones, desprecio, pero ¿quién ha dicho que sería fácil ganar algo?
Piensa en ello, quédate con Dios.
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