Él restaura mi alma. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Salmo 23:03.
Cuando escuchamos a la gente que tienen más experiencia de vida, que siempre se aprende algo. Cuando uno es joven e inexperto, es terrible, porque no sabemos qué decir, cómo nos comportamos, cómo actuar, en definitiva, es el primer día de trabajo, el primer día en la casa de un día familiar, por primera vez en la obra de Dios, primer hijo, en fin. Siempre tenemos que confiar en los que nos ayudan. No todo el mundo tiene esa paciencia.
¿Qué hacer? Espero que alguien tiene la buena voluntad de ayudarnos. En llega nuestra paciencia. La persona no te conoce, ya que ella tendrá buena ¿verdad? Dependiendo de la ubicación que está es la primera vez, siempre hay alguien dispuesto a ayudarle. Así queda conmigo en mi primer trabajo. Pero además de entrar en la espera entra también en la paciencia y perseverancia. Pero sobre todo es el Señor Jesús.
Los nacidos de Dios son capaces de perseverar, de luchar, de transformar sus vidas a través del poder que viene del Espíritu Santo. Es él quien nos da fuerza, nos da sabiduría, nos anima cuando estamos mal. Y pone a las personas en nuestras vidas para ayudarnos. Si los lugares equivocados para las personas a desordenar nuestra fe, Dios envía a la gente que nos puede ayudar, y algunos incluso se convierten en nuestros amigos y otros han cambiado sus vidas por el Dios que servimos.
Cuando hacemos el Señor nuestro Pastor, Él proveería nuestra ayuda y las personas que lo están utilizando para ayudarnos. Pero también nos habla e incluso cuando habla es audible y fuerte, gracias a Dios por eso! Muchos quieren tener ese privilegio y me pregunto cómo escuchar a Dios? Fácil. Abre tu corazón, en sus oraciones le dice la verdad, ser sincero con Dios. Dios se complace en la sinceridad de nuestro corazón.
Para escucharlo sólo le dejó hablar, siempre está de nuestro lado, Dios está siempre con nosotros. Como muchas otras en contra, la situación es, no mirar con ojos de carne, mira con ojos espirituales. Buen ojo agradable a Dios. Incluso si no se acepta, Dios te acepta, te ama y está con usted para transformar, para madurar. Espiritualmente maduro, es decir, reconocer lo que tiene que ser determinada por Dios. La obra que Dios tiene que hacer en su vida acaba de empezar.
Disfrute e invertir más en su relación con Dios. Deje que Él obre en su vida. La gran cosa que quiere poner en sus manos, pero hay que estar preparados. Dejó que le ayudan a prepararse. Nadie puede quitarle lo que Dios te ha dado es tuyo. Cree en ti mismo, porque Dios cree en ti. Tanto que usted eligió para glorificar su nombre.
Mantente fuerte con Dios.
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