sábado, 7 de agosto de 2010

Pedir a Mí.

Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Romanos 10:13.

    Hay momentos en nuestra vida pasamos por situaciones diversas. Hay momentos de espera de respuestas, esperan la llegada de un familiar, esperando la llegada del bebé, espere a que la promoción en el trabajo, por fin, y durante esta espera, ¿qué hacer? Algunos de ellos, porque ellos están ansiosos, sólo haciendo que no se debía hacer. Luego que desearían haber esperado porque el resultado no fue lo esperado.

   En tiempos de tribulación y angustia, lo mejor que puede hacer es doblar las rodillas y suplicó al Señor. Esta actitud demuestra que usted confiar en Él y reconocer que Él es el hombre capaz de girar el dolor en gozo.

   ¿Cuántos que se encontraban en una cama de hospital, o que el médico le dio tres meses de vida y una oración, por haber clamado a Dios para cambiar esa situación y que respondió al Señor y los que tenían meses de vida están viviendo hoy en día, los no podían plantear hoy están caminando. Muchos de los que están curados de enfermedades incurables través de un clamor, una oración a Dios.

   Esto es porque creen que los que rezan se escuchará. Pero, ¿cómo sucede esto? Por la fe, puesto que la fe es la certeza de lo esperado. Dios escucha la oración de los justos. Ser justo es tener un corazón sincero y recto ante el Señor.

  Invoca al Señor, y Él te responderá, limpia tu corazón y tu oración se escuchará. Si el Espíritu Santo es la fuente de la vida y nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, donde Él entonces morar en nosotros? Piensa en ello.

   Manténgase constante con Dios.

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