domingo, 27 de junho de 2010

Amar y ser amado.

    Ahora permanecen la fe, la esperanza, el amor, estos tres: pero el mayor de ellos es el amor. I Corintios 13:13.

   Amar y ser amado. Pocos tienen ese privilegio. Pero debido a que pocos, si el amor se hizo para todos. Cuando damos cuando hacemos nuestra voluntad de hacer la voluntad de otro, Dios ve nuestro sacrificio. Nosotros dar sin esperar nada a cambio. Cuando usted mira un partido de fútbol porque él le pide, usted está dando a su deseo de no asistir a asistir a él. Esta es dar, sin pensar en recibir nada a cambio.


   Con eso, le pedimos que observen un romance de película. Le va a dar en la causa que dio en primer lugar. Esto es usando la sabiduría, sin discusión. Usted debe tener paciencia de ambas partes. Tanto para aquellos que están casados, y para aquellos que están saliendo. La paciencia es una de las virtudes que todos tenemos.


   El matrimonio es la unión de dos personas completamente diferentes que sólo llegan a conocer después del matrimonio. Cuando estás saliendo, a la derecha nninguém conocerse hasta después del matrimonio es que las diferencias parecen y se necesita paciencia para tratar con él.

   Para que el matrimonio una bendición, una sola manera: El Sello. Pero ¿qué es? Cuando el hombre y la mujer de Dios han nacido de Dios y tiene el sello del Espíritu Santo es quien los guía, les guía, da la sabiduría, la instrucción, en fin, pone en nosotros las virtudes que eran solteros cuando no había. Las parejas con el Espíritu Santo, también tienen problemas, pero la diferencia es que pueden pasar por diversas situaciones y siendo más fuerte cada día.


   Así que Dios le da mucha importancia al matrimonio. Y quiere que tomemos en serio el matrimonio. Cuando estás solo, cudamos de nuestra vida espiritual, el trabajo en el trabajo, en definitiva, servir al Señor y cuidar. Una vez casados, lo hacen casi lo mismo, pero se suman a la vida, tanto la mujer como el hombre que está de su lado. Antes de que fuera sólo uno. Una vez casados, se convierte en dos. Y cuando un matrimonio que es Dios, hay luchas, pero gana.


   ¿Quién no, prepárate para lo que se refiere, y que se casó e hizo un mal matrimonio, roguemos al Señor, pedirle a Dios para transformar su marido poniéndole el carácter de Dios y no darse por vencido, Dios está con nosotros.


    Mantente fuerte con Dios.

 

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